DEVOCIONAL: El trigo y la cizaña – Lord Kinloch

Mateo 13:30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. 

 La parábola del trigo y la cizaña contiene una reprensión para aquellos cuyo celo precipitado por la honra de Dios, impulsa en ellos un deseo por ver el juicio ejecutado ya sobre sus enemigos. Se les recuerda que lo que Dios ha dispuesto es que los buenos y los malos crezcan juntos hasta la siega. También se da un motivo para que no se separe a los buenos y a los malos ahora y es que “no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo”. En otras palabras, los buenos y los malos están tan entretejidos en la tierra, que, hacerles mal a unos, supondría también un mal para los otros. La separación se llevará a cabo al final. Mientras tanto, la paciencia de Dios lo deja para más adelante, por si alguno se arrepiente. 

Oh bendito Señor Cristo, que al final juzgarás al mundo en justicia, no permitas que yo desee precipitar tu juicio contra tus enemigos. Ayúdame, oh misericordioso Señor, a que, siguiendo tu paciencia, viva mansa y caritativamente entre aquellos que te rechazan hasta el tiempo en que venga la siega, para alabanza de tu gracia que me constriñe. 

-Lord Kinloch 

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